Juan despierta. Empieza otro día, pero es distinto. Hoy se le cayó su primer diente de leche y le quedó una ventanita en la boca. Por allí, Juan y sus amigos salen a jugar y a explorar. Porque cualquier ventana, aun la más pequeña, ensancha los límites del mundo. Un bello libro perfecto para niños curiosos que experimentan con ansia, alegría y entusiasmo la caída de sus primeros dientes